Imogen Cunningham, la legendaria fotografa estadounidense, descubrio para la actualidad la belleza

A l primer golpe de ojeada Imogen Cunningham recuerda a esas abuelitas que disfrutan contando historias a las nietos junto a la chimenea sobre la residencia sobre ambito. Sin embargo, cuando perdia de mirada a las pequenos, la fotografa estadounidense por grandeza del siglo XX -fallecio, camara en mano, en los bosques, no obstante tambien se acercaba a los bordes de los rios, playas y acantilados, Con El Fin De ensalzar la naturaleza y captar lo que mas amaba en la vida cualquier tipo de plantas y no ha transpirado flores desplazandolo hacia el pelo hembras desnudas. Fue famosa igualmente por las retratos que realizo a las mayores celebridades sobre la epoca, como Cary Grant, Spencer Tracy, la pintora Frida Kahlo o Herbert Hoover, trigesimo primer dirigente de EEUU.

Cuatro decadas despues sobre su desaparicion, la figura sobre Cunningham sigue agigantandose. Fue la precursora de las desnudos en el sofisticado mundo de la actualidad desplazandolo hacia el pelo la Promocion. Bajo el titulo ’Nude’, una pequenisima coleccion -18 imagenes- sobre la reforma que comenzo an efectuar en 1906 se expondra hasta febrero en el centro cultural La taller de Madrid. Robert Mapplethorpe, Helmut Newton, Howard Schatz, Jeanloup Sieff, Albert Watson, Greta Buysse. Artistas vivos desplazandolo hacia el pelo muertos, son numerosos los genios que han bebido de las fuentes y engrandecido la figura sobre esta diminuta femina. Enfoco la belleza con una panorama sola alejada sobre las lugares usuales asi­ como desprovista de cualquier connotacion masculina. En oportunidad de ensalzar a la chica como objetivo sobre entretenimiento sexual, utilizo sus clases y no ha transpirado curvas Con El Fin De disponer en valor todo el mundo las cuerpos -los sobre varones y chicas- y no ha transpirado remarcar la delicadeza sin un clase de artificio. Fue la adelantada a su tiempo y no ha transpirado doto tambien al movimiento transgenero sobre la inusual naturalidad que la sociedad rechazaba por aquel por lo tanto.

Proyectaba con cada clic la fascinacion que sentia por aquello que, entendia, hacia sola a cada humano. Puso de manifiesto algo en apariencia bastante facil el tronco sobre la mujer, por llamativo que fuese, «es un envoltorio mas del ser humano» y no ha transpirado deten acontecer motivo de padecimiento asi­ como alguna cosa desfavorable Con El Fin De transformarse a la brillo sobre cualquier el mundo en un espejo de todas las inseguridades. Desvinculo, por supuesto, las desnudos sobre cualquier relato pornografica. De el tiempo forma que ahuyento lo obsceno y la cosificacion sobre la femina, desterro la vulgaridad. Las desnudos, interpreta su nieta Meg Partridge, mostraban el «caracter atributivo» que significaba el despojo de la ropa y no ha transpirado de «todo aquello que nos pesa, condiciona asi­ como prejuzga». Obsesionada por la exploracion sobre la belleza, sus fotografias evidencian una cosa incuestionable sus hembras nunca se parecen en nada a las que suben actualmente en aniversario, completamente encorsetadas, a las pasarelas. La suyas eran libres y naturales asi­ como Con El Fin De ninguna cosa les gustaba desempeiar de mujeres-objeto. «El desnudo posee demasiado que ver con el contexto asi­ como la intencion. Ella supo revelar a sus companeros asi­ como al universo que el tronco sobre la mujer no tenia por que cenirse a recomendar sexualidad, representar divinidad o simbolizar procreacion», detallan las organizadores de la exposicion.

Suaves desenfoques

Las fotografias de Imogen, de garbo pictorialista, parecian desenfocadas y las referencias rara ocasion miraban a la camara. Sus torsos desplazandolo hacia el pelo espaldas son el preferiblemente de las semblantes. Aparecian tumbadas, retorcidas, en posiciones casi acrobaticas, expandiendo sus cabellos por las suelos. Le gustaba instalar a sus retratados en posturas dificiles creando sombras y trazando curiosas clases geometricas. «Como documento o registro de la idiosincrasia, siento que la fotografia nunca seri­a superada por el menor vi­a grafico», solia recordar esta comediante, que de joven se postulo como una prometedora estudiante universitaria de Quimicas. Buscaba que las poses de sus protagonistas reflejaran la serenidad de quien se notan libre de todo complejo. La cooperacion, ademas, sobre quien al saberse fotografiado no necesitari? ni pautas ni indicaciones.

Realizo las primeros desnudos masculinos sobre la fotografia y pago costoso su atrevimiento

Pese a marcar las reglas, todo el mundo anhelaba posar Con El Fin De ella. Mantenia con las modelos la duro contacto. Todos eran amistades o parientes. Separado pago an una maniqui al comienzo de su trayectoria. «Muchas veces fueron los alumnos sobre su especie, las viejos amigos o las novias de las asistentes fotograficos quienes se convirtieron en sujetos de las trabajos», afirma su nieta. Realizo los primeros desnudos masculinos de la fotografia y no ha transpirado, Con El Fin De desgracia suya, pago excesivamente caro tanto atrevimiento. Le cayeron muchos palos, no obstante nunca le afectaron. «Un critico sobre otro periodico escribio la critica muy dura calificando mi reforma sobre excesivamente vulgar. No tuvo el infimo impacto en mi quehacer», confeso. Desplazandolo hacia el pelo nunca mentia.

Ella misma probo sobre su medicina y no ha transpirado su primer desnudo fue un autorretrato en el bosque, en el campus de la Universidad de Washington. Despues puso en pelotas a su marido, el artista Roi Partridge, pese a las bajisimas temperaturas, reinantes en un frio jornada de 1918 en el campo Nacional Mount Rainer. A partir sobre ahi, marco la carrera con la que patento Ademi?s lo que hoy se conoce como ’robados’. Era amiga de captar a todas los usuarios que se encontraba por las travesi­as sobre novedosa York. Un ano primeramente sobre su muerte, en 1975, dejo inconcluso el que fue su ultimo plan retratos de ancianos. Lo que era ella. La misma artista que de joven plasmo la encanto de los cuerpos lozanos adentrandose en los bosques se metio en las geriatricos. Jamas dejo de trabajar. Continuamente que le preguntaban cual era su fotografia predilecta respondia sobre forma contundente «la que voy a hacer manana».